POR, FRANCISCO RAMOS
El 13 de octubre de 1958, hace exactamente 50 años, tomó 
la alternativa, de las manos de Julio Aparicio, en la plaza de toros de La Misericordia el matador aragonés, ahora retirado, Antonio Palacios. Aquella tarde, con astados de Villagodio Hermanos, actuó como testigo Gregorio Sánchez. Cortó una oreja. Una fecha histórica en la tauromaquia aragonesa que la Diputación Provincial de Zaragoza quiere recordar rindiendo un homenaje a Palacios, y con la presentación de una revista con su biografía. Será hoy, a las 12.30 horas, en el Salón del Trono del Palacio de Sástago.
la alternativa, de las manos de Julio Aparicio, en la plaza de toros de La Misericordia el matador aragonés, ahora retirado, Antonio Palacios. Aquella tarde, con astados de Villagodio Hermanos, actuó como testigo Gregorio Sánchez. Cortó una oreja. Una fecha histórica en la tauromaquia aragonesa que la Diputación Provincial de Zaragoza quiere recordar rindiendo un homenaje a Palacios, y con la presentación de una revista con su biografía. Será hoy, a las 12.30 horas, en el Salón del Trono del Palacio de Sástago. Antonio Palacio destacó en su carrera taurina por el valor que imprimió a sus actuaciones y, según cuenta, "por la competencia con Fermín Murillo y Chamaco, aunque fuera de la plaza éramos muy amigos".
Palacios, que había nacido en Manchones (Zaragoza) el 17 de enero de 1932, trasladándose poco después su familia a Villamayor, vive ahora jubilado del Ayuntamiento de Zaragoza y dedica su actividad a la tertulia con los amigos, ver la tele y la lectura.
Aficionado a la fiesta de los toros desde temprana edad, su nombre no empezó a sonar en el ambiente taurino hasta que llegó a Zaragoza, tras pasar varias temporadas, desde el año 1947, en las capeas de Salamanca. Era el 17 de agosto del año 1952 y actuó en un espectáculo sin picadores. Antes había participado en la plaza de Daroca, en otro festejo en el que cortó cuatro orejas y un rabo.
Su debú con picadores en la plaza de Zaragoza no llegó hasta el 3 de octubre de 1954, en que toreó novillos de Manuel Escudero con Rafael Mariscal y Fermín Murillo. Una fecha que afirma, no se le olvida porque: "Ese día corté tres orejas, un rabo y una pata y me llevaron a hombros hasta el Pilar, igual que el día que me presenté en Zaragoza y eso es lo que más ilusión me hace de mi carrera, me sentía muy emocionado cuando me llevaban a hombros, allí, al Pilar".
Su mejor temporada llegó el año 1955, toreando 34 festejos, resultando gravemente herido en la plaza de Zaragoza, el 17 de abril, por un novillo de la ganadería de Benítez Cubero. Volvió a sufrir, el 15 de octubre siguiente, otra cornada en la misma plaza. "Tengo el cuerpo cosido a cicatrices, pues me he llevado trece cornadas y 29 operaciones", afirma.
"La temporada de 1956 resultó excelente --recuerda-- por cuanto le corté una oreja a un novillo de la ganadería de Aleas, en mi presentación en la plaza de toros de Las Ventas en Madrid, y toreé veintiséis tardes". La nota negativa la puso la grave cornada recibida en la plaza de toros de Calatayud, el 22 de abril, por un novillo de Flores Tasara.
El año 1957, tan solo torea doce festejos y siete el año siguiente, por lo que decide tomar la alternativa en la feria del Pilar.
Los años siguiente, además de torear en España, viajó a Ecuador y en España, el año 1959 solo toreó el 15 de octubre en la plaza de toros de La Misericordia. "En américa --recuerda ahora Palacios-- no lo pasé bien, porque además de Ecuador toreé en Guayaquil y Tamames, pero la cornada de Ecuador y el mal de la altura me pasaron una mala jugada así que me volví enseguida a España".
El año 1960, tras participar en dos corridas de toros actuó en la feria del Pilar, matando, precisamente el día 12, la corrida de Miura, en el primer festejo retransmitido por televisión española desde la Misericordia. "Esa tarde --recuerda-- toreé con Marcos de Celis y Joaquín Bernadó. Recuerdo que Celis me dijo, menos mal que no nos han tocado los peores a nosotros que si no vamos listos, a la vista del infame juego del ganado que le cayó a Bernadó".
El año 1961 volvió a actuar en otros tres festejos y ninguno el año 1962, por lo que el mes de septiembre del año 1963 se despidió del toreo en la plaza de toros de San Felíu de Guíxols, tras cortarle las dos orejas y el rabo a un toro de Lisardo Sánchez.
Ya retirado solo intervino dos años en el festival de ATADES y en algún otro organizado por el ganadero navarro César Moreno.
